Los Bravos de Juárez aplicaron la máxima del futbol que dice que equipo que estrena técnico gana, y en el debut de Salvador Valero vencieron 1-2 al Querétaro, que se hunde en el último lugar en un torneo para el olvido.
El partido empezó ante un semi vacío Estadio Corregidora, algo lógico porque se enfrentaban el último contra el penúltimo de la tabla. En los primeros minutos Querétaro buscaba imponer condiciones, con llegadas de Alan Medina y de Darío Benedetto, y aunque dominaban de a poco Bravos empezaba a hacerse del balón.
Sería al minuto 20 cuando se abrió el marcador a favor de los visitantes tras la conducción de Jairo Torres, quien con mucha facilidad avanzó metros para sacar un disparo potente y poner el 0-1 a favor de Bravos.
Con la ventaja y el estreno de su nuevo técnico, los fronterizos ganaron confianza y empezaron a dominar, aprovechando el desconcierto de los Gallos. El dominio quedó claro antes del descanso, porque un desborde de Ghuilerme Castilho por banda izquierda llegó hasta línea final, y con mucha condescendencia le permitieron entrar al área y sacar un tiro al poste del portero Allison para el 2-0 y así llegó el medio tiempo.
Al minuto 50 Bravos siguió presionando e intentando con tiros de larga distancia como el de José Luis Rodríguez, que pasó ligeramente desviado; al 52’ con mucha facilidad Jairo Torres avanzó varios metros sin dificultad pero el tiro se fue desviado.
La reacción de Querétaro llegó con un regalo del portero Benny Díaz al 54’, porque un remate de cabeza de Ronaldo Cisneros iba a las manos, pero el guardameta no se pudo quedar e increíblemente se le escapó entre las manos y se fue al fondo de las redes para el 1-2.
Pese a acercarse, Querétaro tuvo pocos argumentos para igualar el partido y los minutos se fueron acabando, hasta que llegó el silbatazo final para otra derrota y la molestia del público en la Corregidora, que abuchearon y pidieron la salida de Mauro Gerk. Con este resultado Bravos llegó a 13 puntos y Gallos se quedó con 9, ambos ya eliminados del torneo.
