La enfermedad intestinal inflamatoria abarca una serie de trastornos crónicos que afectan el tracto digestivo, siendo la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn dos de sus formas más comunes. Estas condiciones se manifiestan con síntomas como diarrea, dolor abdominal, fatiga y sangrado rectal, entre otros, que pueden variar en intensidad y presentarse de forma intermitente.
Si bien la causa exacta de la enfermedad intestinal inflamatoria aún se desconoce, se cree que factores genéticos, ambientales y del sistema inmunitario pueden desempeñar un papel importante en su desarrollo.
Entre los factores de riesgo se incluyen antecedentes familiares, el tabaquismo y el uso de ciertos medicamentos antiinflamatorios no esteroides.
Las complicaciones de la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn pueden ser graves e incluyen desde cáncer de colon hasta obstrucción intestinal, malnutrición, formación de fístulas, entre otras.
Es fundamental que las personas que experimentan cambios persistentes en sus hábitos intestinales o síntomas relacionados consulten a un médico para obtener un diagnóstico adecuado y un tratamiento adecuado.