Uno de los indicadores que permite conocer de manera anticipada la evolución de la economía mexicana es el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), presentado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En el último dato correspondiente a junio, este indicador estima una caída en el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) de 0.01%, mientras que, en su variación anual, que mide el desempeño del mes respecto del mismo periodo del año anterior, anticipa un crecimiento del 0.93 por ciento.
Por otro lado, la última semana de julio, el Inegi presentó la estimación oportuna del PIB trimestral para el segundo cuarto de año. Este dato nos permite tener visibilidad sobre el comportamiento de la economía de nuestro país y los resultados no son alentadores.
De acuerdo con esta estimación, para el segundo trimestre del 2024 la economía mexicana habría crecido 1.1% con respecto al mismo trimestre del año anterior. No obstante, este no es un resultado por el cual deberíamos mostrar optimismo respecto a nuestra economía, pues fue inferior al esperado por el consenso de los economistas del sector privado.
Para explicar esto, tenemos que remontarnos unos trimestres atrás, pues así veríamos que el crecimiento de nuestra economía se ha comenzado a desacelerar. Tan soólo el trimestre anterior, crecimos a una tasa anual de 1.9% mientras que para el último trimestre de 2023 el crecimiento fue de 2.3 por ciento. Lo que muestra una notable tendencia a la baja de la producción.
Por si esto fuera poco, existen otros indicadores que nos permiten tener una visión oportuna de la economía de México y que al igual que el PIB del segundo trimestre, parecen mostrar un enfriamiento de la economía.